Los buñuelos han sido un producto tradicionalmente consumido en época de Cuaresma.
Se dice que los buñuelos eran unos de los dulces preferidos de los árabes que estuvieron afincados en Granada. Aunque, tradicionalmente el buñuelo se ha consumido en su versión azucarada, hoy Miquel Antoja nos presenta la opción salada de esta tradicional receta.
¿Qué vamos a necesitar?
- 500gr calabacín
- 2 huevos de 50gr
- 150gr harina
- 4gr levadura química
- Sal y pimienta
Ahora que lo tenemos todo, ¡manos a la obra!
En primer lugar, tienes que cortar el calabacín en finas tiras, y después a cubitos. Añade sal y pimienta, y deja la mezcla en un escurridor para quitar el agua que va a soltar.
Por otro lado, en un bol mezcla los huevos frescos con una pizca de sal, la levadura y la harina. Tiene que quedar una textura entre líquida y espesa, como se muestra en el vídeo que puedes encontrar en el perfil de Miquel.
Recomendamos añadir la harina en varias veces para mezclar mejor y así asegurar la textura que necesitamos sin que tal vez necesite toda la harina pesada.
Después, añade el calabacín cortado, salpimentado y escurrido a la masa, todo esto debes mezclarlo bien con una lengua. Déjalo reposar en la nevera 30 durante minutos antes de cocinarlo.
Para la cocción utilizamos aceite de oliva a 170° grados, introduce la masa con la ayuda de dos cucharas creando una bola y empieza a freír. Voltea y déjalos cocinar hasta que tengan un dorado uniforme.
Por último, escúrrelos en papel de cocina y para darle el toque final añade un poco de salsa romesco y semillas de sésamo blanco y negro tostado.
En EQUS creemos que la cocina debe ser un lugar donde sentirte cómodo y por ello te ofrecemos las mejores opciones para volver a enamorarte de tu cocina y comenzar a crear.
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